top of page
Todos conocemos las diferencias genéricas hormonales entre lo femenino y lo masculino. Lo masculino viaja de forma corpuscular y lineal, y lo femenino viaja de manera ondulatoria alternante.
La consecuencia del encuentro de una línea y una onda es el impacto. Y es así como el impacto modifica y establece variaciones sobre las ondas. 
Si llevamos este modelo al ritmo hormonal, los ritmos ondulantes de lo femenino conllevan cambios emocionales, afectivos y espirituales muy significativos. Cuando estas ondas son impactadas por la linealidad hormonal de lo masculino, la interación que se produce ocasiona diferentes modulaciones de ondas, y ello va a configurar un sentir, una emoción y unas variables espirituales muy diversas. Ese impacto va a viajar con la onda, mientras la linealidad continúa su camino. De ahí que los impactos emocionales que se producen cuando el masculino incide en la onda de lo femenino, marque fluctuaciones significativas en el comportamiento afectivo de lo femenino; mientras que lo masculino acumula experiencias y sigue su camino lineal, viéndose mucho menos afectado en este encuentro, puesto que no incorpora la onda -como sí ha incorporado el impacto lineal, lo femenino-. 
Estas similitudes hormonales con la naturaleza de la luz -corpuscular y ondulatoria/ masculina-femenina- nos pueden orientar acerca de la posible conjunción futura entre lo femenino y lo masculino: XXXY (fusión de genomas), ya que en este ejemplo el impacto viajaría con la onda, y la linealidad de lo masculino haría el requiebro suficiente para establecer la naturaleza de la luz bajo el sentido de onda-partícula.
Estas similitudes nos pueden orientar acerca de cómo poder entender, abordar y sentir la naturaleza de los amantes, la renovación de la espiritualidad, y la convivencia humana en esta especie sexuada, que tiene como sentido establecernos como seres de luz hasta fundirnos con el Misterio de la Oscuridad del Universo.

 

Jose Luis Padilla

AFECTOS HORMONALES

bottom of page